jueves, 31 de marzo de 2011

Hoy quiero aprender a quererte.

Ya no es el suelo quien me sostiene, ya no es mi familia la única razón por la que vivo, ya no es el instituto lo único por lo que me levanto cada mañana. Eres tú. Tú me sostienes, tú eres mi única razón de vivir, lo primero que pienso cuando me levanto y lo último cuando me acuesto.
Eres tú el único que hace que cuando hablo contigo me tiemblen las piernas y me lloren los ojos de la emoción.
Eres tú el que tengo las 24 horas del día en mi cabeza.
Eres mi biología, mis matemáticas y mi educación física. Eres todas y cada una de las asignaturas que tengo. Porque solo pienso en ti. Porque si tú no estás, yo no soy nadie.
Porque cuando te alejas de mí, lo paso mal, siento que me falta el aire, siento que un pedazo de mí pide socorro constantemente.
Ahora sé por qué es, eras tú, eres tú y serás tú.
Quiero unirme a ti de todas las formas posibles. Y quiero que me des todo tu cariño, siempre, porque siempre estaré encantada de recibir un beso tuyo, de sentir tus caricias, de mojarme bajo la lluvia contigo. Aunque sea el fin del mundo, quiero estar contigo. Cada momento, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo y cada milésima de segundo contigo. Y coger un resfriado, empaparme, llorar, reír, cantar, bailar, emborracharme, salir, dormir, gritar, amar, besar...
Te quiero, y creo que lo sabes de sobra.

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